Baro F., Chaparro L., Gomez-Baggethun E., Langemeyer J., Nowak D.J. & Terradas J. 2014. Contribution of ecosystem services to air quality and climate change mitigation policies: The case of urban forests in Barcelona, Spain. AMBIO, 43(4):466-479
Los bosques urbanos de Barcelona mejoran la calidad del aire y amortiguan el cambio climático
Calcular los beneficios que los casi 30 km2 de bosques urbanos de Barcelona aportan a la purificación del agua y a la regulación del clima global, tanto en aspectos económicos como físicos. Estimar la posible influencia negativa que las emisiones de las propias plantas pueden tener en la contaminación del aire. Evaluar cómo contribuyen al cumplimiento de los objetivos de políticas ambientales en los campos de calidad del aire y mitigación del cambio climático, en el contexto europeo.
Utilizamos una herramienta ampliamente reconocida en este tipo de estudios: el modelo Eco i-Tree. Además, mediante el software MiraMon, distribuimos al azar los lugares de muestreo en el terreno, que incluyen mediciones de la vegetación, muestras de contaminantes del aire y datos meteorológicos del año 2008. Los cinco contaminantes observados son: dióxido de nitrógeno (NO2), partículas en suspensión (PM10), ozono (O3), monóxido de carbono (CO) y dióxido de azufre (SO2).
Los bosques de Barcelona absorbieron más de cinco mil toneladas de carbono atmosférico durante el año 2008, lo que equivale aproximadamente al 0,5% de las emisiones anuales de CO2 de la ciudad y se traduce en alrededor de 600,000 euros.
Por otro lado, la ciudad ahorró más de 3 millones de euros con las trescientas toneladas absorbidas de los cinco contaminantes observados. Lo que mejor "limpian" los bosques es la materia particulada, proveniente principalmente de polvo, cenizas, metales, cemento o polen.
Tanto las partículas en suspensión como el NO2 son los que más a menudo superan los límites establecidos por la Unión Europea y, al mismo tiempo, son dos de los contaminantes que los bosques capturan de manera más eficiente. El ozono se absorbe mejor durante el verano, que es también cuando los niveles de este gas son más altos.
Los bosques de Barcelona mejoran la calidad del aire y pueden contribuir al cumplimiento de los límites de emisiones anuales de dióxido de carbono al aire según los objetivos de la Unión Europea. Sin embargo, se deben tomar medidas complementarias a nivel municipal para que estos cambios sean realmente efectivos.