López‑Roig. M.; Piera, E.; Serra‑Cobo, J. «Thinner bats to face hibernation as response to climate warming». Scientific Reports, gener de 2024. DOI 10.1038/s41598-024-52459-9.
El calentamiento global altera la hibernación de los murciélagos
Evaluar los efectos del aumento de las temperaturas durante el otoño y el período invernal a escala regional sobre el estado corporal del murciélago de herradura grande (Miniopterus schreibersii) en una colonia situada en el NE de la Península Ibérica.
Área de estudio: Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, donde se encuentra una colonia formada por unos 17.000 ejemplares del murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii), una especie migradora que se agrupa en grandes colonias, especialmente en invierno.
Metodología: Se ha utilizado un período de 20 años (1998-2017) de conjunto de datos del estado corporal en tres períodos clave de la fenología de la hibernación: inicio y final de la hibernación y primer período de actividad. Además, también se ha empleado la optimización del agotamiento de la masa corporal como "indicador" de energía desprendida durante la hibernación.
Se han utilizado registros meteorológicos diarios de 1998 a 2018 hechos en las estaciones meteorológicas automáticas de la red fiable más cercana (AWS, gestionado por el Servicio Meteorológico de Cataluña) situado en Sant Llorenç Savall (520 m.s.n.m.), a solo 4 km del lugar de estudio. En el conjunto de datos faltaban muy pocos registros (con solo 29 instancias), la mayoría de los cuales (26) fueron del año 2004.
Para describir las condiciones climáticas que afectan a los murciélagos invernantes en nuestra área de estudio, se ha considerado tres períodos con impactos diferenciales en el estado corporal de los murciélagos:
- (i) otoño (del 1 de noviembre al 15 de diciembre), cuando los murciélagos acumulan reservas de grasa,
- (ii) invierno (del 15 de diciembre a finales de febrero), cuando los murciélagos hibernan, y
- (iii) principios de primavera (marzo), cuando los murciélagos comienzan el período de actividad.
Para analizar el agotamiento de las reservas de los murciélagos entre cada período (desde el inicio hasta el final de la hibernación y desde el final de la hibernación), la pérdida de masa (en gramos y miligramos por día) se calculó como la diferencia entre la media de los valores de BCc obtenidos para cada fecha de captura (diciembre, febrero y marzo) dividida por el número de días transcurridos en cada intervalo de tiempo (75 y 21 días respectivamente). Los datos obtenidos durante la primera semana de marzo (2004 y 2007) se utilizaron tanto para los análisis de los períodos de hibernación final como de los primeros períodos de actividad.
Se analiza también la variación interanual de la pérdida de masa entre sexos, hemos utilizado el análisis de covarianza (ANCOVA) con el sexo y el año como factores y su término de interacción. Se evalúa el efecto del sexo y la década como factores utilizando la tasa de pérdida de masa como variable de respuesta.
Todo indica que los murciélagos se están adaptando a un clima más cálido, con inviernos más suaves y cortos. En latitudes de zonas templadas, los murciélagos acumulan grandes cantidades de reservas en forma de grasa durante el otoño para poder afrontar el período de hibernación, que suele ir desde mediados de diciembre hasta finales de febrero.
Las reservas de grasa acumuladas deben ser lo suficientemente importantes para poder sobrevivir todo el período invernal sin comer. Sin embargo, como consecuencia de unos inviernos relativamente más cortos y con temperaturas más altas que hace décadas, los murciélagos no engordan porque no necesitan tantas reservas para pasar el invierno.
Estos cambios corporales son evidentes en ambos sexos, aunque las hembras tienen una condición corporal inferior que los machos, tanto al inicio como al final de la hibernación y durante el período de actividad (marzo). Este hecho podría tener efectos en la reproducción de la especie, ya que una pobre condición corporal de las hembras podría afectar negativamente la gestación y la lactancia.
El trabajo constata que la cámara de hibernación tarda más en enfriarse en relación con los años anteriores. Este retraso afecta la hibernación de los murciélagos, porque no encuentran las temperaturas óptimas para poder hibernar hasta finales de enero o principios de febrero.
Con una hibernación cada vez más corta, los murciélagos comienzan antes su actividad en comparación con otros años; avanzan las migraciones y llegan antes a los refugios de primavera. Si hay episodios de frío tardíos una vez iniciada la primavera, los murciélagos podrían no estar preparados para enfrentar períodos de bajas temperaturas.
Estos cambios también podrían tener implicaciones en la conservación y la gestión de la especie. Por ejemplo, se sabe que en un refugio de hibernación en las comarcas de Tarragona, el aumento de la temperatura interior impidió la hibernación del murciélago de cueva. La pérdida de este refugio como lugar de hibernación modificó la migración de esta especie y alteró algunas de las rutas migratorias del sur de Cataluña.
¿Cómo afectará esto al control de plagas en el medio natural?
- El cambio global también podría alterar la función ecológica de los quirópteros, que son fundamentales para el control de plagas de insectos y especies vectores de enfermedades infecciosas en el medio natural.
- Todas las especies de quirópteros pueden verse afectadas por el cambio climático, pero la magnitud del impacto podría ser muy diferente entre los grupos de murciélagos con diversos patrones biogeográficos.
- Una mejor comprensión de los cambios que se producirán durante la hibernación como consecuencia del cambio climático proporcionará información útil para las agencias medioambientales oficiales para garantizar la protección de los refugios clave que albergan colonias de murciélagos invernantes.