Referencia

Veresoglou S.D., Penuelas J., Fischer R., Rautio P., Sardans J., Merila P., Tabakovic-Tosic M. & Rillig M.C. (2014) Exploring continental-scale stand health - N : P ratio relationships for European forestsNew Phytologist, 202: 422–430

Autoras/es

Stavros D. Veresoglou, Josep Peñuelas, Richard Fischer, Pasi Rautio, Jordi Sardans, Päivi Merilä, Mara Tabakovic-Tosic, Matthias C. Rillig.

Ficha elaborada por

El exceso de nitrógeno en los suelos procedente de las emisiones perjudica la salud de los bosques

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2014
Objetivos

Evaluar las repercusiones del desequilibrio nutricional en una cuarta parte de los bosques europeos que reciben un exceso de nitrógeno debido a la contaminación. Comprender los factores que hacen que los árboles sean más tolerantes a desequilibrios nutricionales en los suelos y entender cómo afecta el exceso de nitrógeno a la salud de los árboles en función de su concentración en las hojas ("el veneno está en la dosis").

Métodos básicos

Evaluamos el estado nutricional de los árboles a partir de las concentraciones de nitrógeno y fósforo en las hojas. La proporción de estos dos elementos nos proporciona una estimación del equilibrio de nutrientes disponibles para la planta. Luego, comparamos esta combinación de nutrientes en las hojas con el estado de salud del árbol, que podemos evaluar mediante el grado de decoloración y deshojamiento de su copa. Los datos provienen del programa de seguimiento a largo plazo de los bosques ICP Forests, que cuenta con 876 parcelas forestales distribuidas por toda Europa.

Resultados principales

Cuando aumenta la proporción entre el contenido de nitrógeno y el contenido de fósforo en las hojas, la salud de los árboles mejora al principio, pero a partir de un punto crítico empeora. Este cambio en la respuesta al equilibrio de los nutrientes disponibles es especialmente visible en coníferas. En estas, a partir del momento en que la concentración de nitrógeno es unas 7 veces la del fósforo, la salud de los árboles comienza a empeorar en lugar de mejorar con cada aumento de nitrógeno. En árboles de hoja caduca, este fenómeno no es tan evidente y comienza más tarde, cuando la concentración de nitrógeno es unas 15 veces la del fósforo. En cuanto al papel que desempeñan las condiciones climáticas en la disponibilidad de nutrientes, comprobamos que la temperatura y las precipitaciones son variables que influyen tanto directa como indirectamente en la salud de los árboles: por ejemplo, la sequía puede llevar al marchitamiento de las hojas directamente debido a la falta de agua e indirectamente por los cambios que el agua provoca en la disponibilidad de nitrógeno en los suelos.

Conclusiones

El equilibrio entre las concentraciones de nutrientes en las hojas nos ayuda a predecir el marchitamiento y la pérdida de hojas de los árboles. Un desequilibrio nutricional a favor del nitrógeno tiene efectos perjudiciales una vez que alcanza un punto crítico, especialmente en coníferas. Además, la decoloración y deshojamiento de las copas de los árboles pueden ser una forma de detectar a tiempo la alteración de los suelos debido al aumento de nitrógeno que reciben los bosques desde el aire debido a la contaminación. En cualquier caso, es recomendable regular los niveles de emisión de nitrógeno para limitar el desequilibrio de nutrientes en los suelos.